No es el glamour lo que caracteriza a La Habana, tampoco la opulencia ni la suntuosidad de grandes rascacielos o edificios que desafían las leyes de la gravedad, como muestras de un desarrollo marcado por el derroche financiero y tecnológico.
Esos no fueron los motivos por los cuales millones de personas de todas las latitudes votaron espontáneamente para que la capital cubana se convirtiera en una de las siete ciudades maravillas del mundo moderno, durante el tercer concurso organizado por la fundación suiza New7Wonders.
Hecho que se materializó este martes bajo una pertinaz lluvia a la entrada de la Bahía de La Habana, en la explanada del Castillo de San Salvador de la Punta, donde se develó un monumento y la placa conmemorativa que acreditan el reconocimiento.
A casi 500 años de su fundación el 16 de noviembre de 1519, la longeva urbe fue seleccionada como parte de un ejercicio democrático, según los organizadores del evento, que incluyó también en la lista a La Paz (Bolivia), Doha (Catar), Durban (Sudáfrica), Beirut (Líbano), Vigan (Filipinas) y Kuala Lumpur (Malasia).
"La Habana tiene mucho de romanticismo y quienes la visitan sienten simpatía por el pueblo cubano porque tuvieron la voluntad de preservar su historia y su identidad a pesar de que no tenían el dinero para restaurarla", aseguró Bernard Weber, presidente de New7Wonders.
El también fundador de la organización sin fines de lucro suiza destacó a Xinhua el hecho de que a diferencia de otras ciudades, cuyos centros históricos han sido sustituidos por construcciones modernas, "La Habana conserva su esencia y en el futuro podrá ser completamente restaurada".
Un sueño que desde hace décadas sostiene la Oficina del Historiador de la Ciudad cuyo director, Eusebio Leal, ha trabajado incansablemente por ver materializado y que tuvo su primera confirmación en 1982 cuando la UNESCO declaró al casco histórico de La Habana Patrimonio de la Humanidad.
"Me parece admirable el reconocimiento de la fundación New7Wonders para La Habana y para toda Cuba, teníamos la convicción profunda de que nuestra ciudad era maravillosa pero que la vean así otras personas y que lleguen por consenso a considerarla como tal es muy importante", expresó Leal.
Este premio resulta además un reconocimiento a la labor de este hombre admirable, de las autoridades locales, del gobierno cubano y de los pobladores de La Habana que hoy recibieron un nuevo aliento para continuar lo iniciado hace varios años.
"Por suerte la ciudad está intacta, venida a menos a veces pero cuando se rasga el velo de esa aparente decadencia, aparece su esplendor en cualquier edificio, en cualquier sitio, lo que hay es que tener ojos para ver la maravilla y un corazón que nunca desmaye", confesó a Xinhua Leal.
Ese mismo espíritu es el que comparten y transmiten los cubanos, que orgullosos asistieron a la ceremonia a pesar de las inclemencias del tiempo y expresaron su regocijo de que su capital fuera seleccionada entre las 28 finalistas de las más de 1.200 nominadas de todos los continentes.
"Creo que lo que distingue a nuestra ciudad es su atractivo mítico donde conviven lo añejo con lo moderno sin perder su esencia de villa colonial. También lo cálido y acogedor de su ambiente y sobre todo la cultura y jovialidad de sus habitantes", opinó Alicia Figueroa, residente del casco histórico.
Para Rebecka Ottosson, una joven visitante de Suecia, "lo más encantador es que La Habana ha sabido conservar, como pocas ciudades del continente americano, el patrimonio arquitectónico de su pasado colonial y eso el viajero no se cansa de admirarlo".
Similar sensación compartieron con Xinhua otros turistas encuestados, quienes participaron casualmente en el acto al encontrarse paseando por las cercanías del lugar y argumentaron los disímiles motivos que a su juicio fundamentan el merecido reconocimiento otorgado este martes a la ciudad y a los cubanos.
"Palacios, plazas, calles adoquinadas, iglesias, antiguas fortalezas, viejos muros, monumentos, todas construcciones armónicas con su entorno porque lo más asombroso es que La Habana no es una pieza de museo, ni se restaura a la manera de un set cinematográfico, es una ciudad viva y fascinante", indicó Carmen Jaramillo.
La visitante colombiana ha venido a la capital caribeña por diez años consecutivos y confiesa que lo más extraordinario es "sentir ese aire de libertad y seguridad que transpira La Habana". Fue esa una de las principales razones por las cuales votó para que se convirtiera en ciudad maravilla.
La competencia comenzó en 2011 y luego de varias selecciones, el panel de expertos de New7Wonders bajo la dirección de Federico Mayor, exdirector general de la UNESCO, dio a conocer el veredicto el 7 de diciembre de 2014.
De acuerdo con el sitio oficial de la fundación suiza, se tomó en consideración a aquellas ciudades, grandes o pequeñas, que "mejor representan los logros y aspiraciones de la sociedad urbana global (...) que tengan potencial para un crecimiento sostenible y para dejar un legado histórico en el futuro".
Esa es La Habana a la que cada año llegan más de un millón y medio de turistas, quienes regresan una y otra vez y califican a la capital cubana como una de las urbes más "carismáticas" y "encantadoras" del mundo.