RIO DE JANEIRO, 20 jun (Xinhua) -- La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) anunció hoy oficialmente el nombramiento de Adenor Bacchi, conocido como "Tite", como el nuevo comandante de la selección nacional, en sustitución a Carlos Verri "Dunga" despedido tras la eliminación de la "canarinha" en la fase de grupos de la Copa América Centenario.
Pese a que la elección de Tite ya era de conocimiento público desde la semana pasada y que el técnico había dejado el comando del Corinthians, sólo este lunes se firmó el contrato y hubo la presentación oficial a la prensa en la sede de la CBF en Río de Janeiro.
El entrenador era el favorito de la prensa deportiva y de la hinchada brasileña para la misión de rehabilitar la "verdeamarela" que desde la humillante derrota 1-7 que le propinó Alemania en semifinales del Mundial de 2014, disputado en casa, no ha logrado cumplir lo que se espera de una selección cinco veces campeón del mundo.
Desde 2014, Brasil ha sido eliminado tempranamente en dos Copa Américas, además de marchar fuera de la zona de clasificación en las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Rusia 2018.
"El foco es la clasificación al Mundial. No estamos en la zona de clasificación, creo que el trabajo nos va a dar condiciones pero es claro que corremos riesgo (...) Estoy aquí porque el resultado no vino", admitió en su primera entrevista como seleccionador.
Durante la rueda de prensa, Tite ha sido presionado a responder por qué ha cambiado de opinión, si, en diciembre pasado firmó un documento, juntamente con jugadores y otras personalidades deportivas, que exigía la renuncia del actual presidente de la CBF, acusado por denuncias de corrupción.
Contestó que en sus negociaciones con la entidad recibió garantías de que tendrá autonomía para buscar lo mejor para la selección.
"A mí me llamaron a ser técnico de la selección, y entiendo que la mejor manera que tengo de contribuir aquí es aplicar aquellas palabras que han guiado mi vida y mi carrera: transparencia, democratización, excelencia y modernidad", enfatizó.
Tite, quien ya era el favorito para asumir el puesto desde 2014, comentó su frustración por no haber sido invitado en la ocasión.
"Me quedé sentado en la silla en 2014 y la invitación no llegó porque las cosas tienen su tiempo. Llegó ahora, entendí que tenía que aceptar para que mi trayectoria incluya ser técnico de la selección brasileña. Un objetivo personal y tal vez en mi mejor momento profesional", explicó.
Ahora, vino con derecho a tener sus exigencias atendidas, como traer con él dos de sus asistentes, su hijo Matheus Bachi y Cléber Xavier, y haber logrado la contratación del gerente de fútbol del Corinthians, Edu Gaspar, para el cargo de coordinador de la selección, que era ejercido por Gilmar Rinaldi, destituido junto con Dunga.
Sobre la confirmación de Gaspar para el cargo, teóricamente por encima del suyo, Tite aseguró en la rueda de prensa que la decisión fue del presidente de la CBF, Marco Polo del Nero, quien, según afirmó, sugirió a Gaspar en la primera reunión que sostuvieron la semana pasada.
Cuestionado sobre su decisión de no aceptar comandar también a la selección olímpica, como era el proyecto de Dunga, el nuevo entrenador justificó porque recomendó a la CBF que mantuviera a Rogerio Micale, técnico de la categoría Sub 20 y quien desde el año pasado comandaba al grupo interinamente, a la espera que Dunga asumiera la posición en la preparación de cara a Río 2016.
"Habría sido muy fácil aceptar y recibir los elogios en caso de éxito en los Olímpicos o, en caso de derrota, tener la disculpa lista de que tuve poco tiempo. Por eso prefiero que continúe Micale, que ya lo viene haciendo bien", afirmó.
La primera convocatoria de Tite será en agosto, cuando elegirá a los 23 jugadores que disputarán las próximas jornadas de las eliminatorias mundialistas, con la misión de ascender en la tabla de la competición en la cual los pentacampeones ocupan en el momento, por primera vez, el sexto lugar.