El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo da Costa Paes, minimizó hoy las manifestaciones convocadas en redes sociales para mañana viernes contra los Juegos Olímpicos, contra el presidente interino Michel Temer, y contra él mismo.
"Una manifestación es normal. Los silbidos forman parte de la vida pública. El consuelo del presidente (Temer) es que, si hubiera algún silbido para él en la entrada, lo tendré para mí en la salida", explicó Paes en un seminario de negocios realizado hoy en la ciudad olímpica.
Paes negó molestarse por las protestas durante el recorrido de la antorcha olímpica, especialmente en el estado de Río de Janeiro.
"Estoy orgulloso que Brasil tenga gente que se puede manifestar. Tendría vergüenza si, en mi país, fuera prohibido manifestarse. Cada uno en la vida se manifiesta de la forma que quiere", afirmó.
El alcalde también se refirió a las críticas por haber roto el protocolo de los Juegos Olímpicos, al convertirse el miércoles en el primer político, desde Atenas 1896, en cargo ejecutivo en portar la antorcha olímpica.
"Me invitaron y me hizo mucha ilusión. Me encantó. Si me dejasen de nuevo, cargaría la antorcha cinco veces más. Estaba representando el pueblo de Río de Janeiro, no soy candidato a nada" , dijo Paes.
Da Costa dejará el cargo a finales de año tras ocho años como alcalde de Río de Janeiro, al no poder aspirar a una segunda reelección en los comicios previstos para octubre.
El edil hizo un llamado a los ciudadanos de Río para que eviten grandes desplazamientos este viernes, el día de la inauguración de los Juegos Olímpicos en la ciudad, por las restricciones que habrá en las calles de la ciudad.
"Es un día especial. No es normal hacer unas Olimpiadas, no es normal una apertura olímpica. No hay ciudad en el mundo con toda la infraestructura que tuviera, que tenga una jornada normal el día de la inauguración. Es una honra recibir este evento, pero esto exige sacrificios", finalizó.