El gobierno chino está en condiciones de mantener la estabilidad del mercado inmobiliario, aseguró hoy jueves el ministro de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural, Chen Zhenggao, ya que las medidas tomadas han logrado controlar el alza de los precios en las principales ciudades.
"A pesar de la aparición potencial de problemas y las incertidumbres, las condiciones son más favorables. Este año seremos capaces de mantener el desarrollo estable y saludable del mercado inmobiliario", afirmó Chen en una rueda de prensa.
Sus declaraciones llegan en un momento en que se suceden los signos de estabilización del sector inmobiliario en China, que ha visto fluctuaciones en los últimos años.
De las 70 ciudades de tamaño grande y mediano analizadas, 45 vieron alzas intermensuales de los precios de la nueva vivienda en enero, en comparación con las 46 de diciembre y 55 de noviembre, conforme al Buró Nacional de Estadísticas.
En Beijing, los precios de la nueva vivienda permanecieron sin cambios con respecto al mes anterior, mientras que los precios de Shanghai disminuyeron un 0,1 por ciento. En Shenzhen, una metrópoli meridional vecina de Hong Kong, bajaron un 0,5 por ciento.
"Se ha contenido la inercia de las subidas excesivas de los precios, efecto inicial de las políticas reguladoras", indicó Chen.
La venta de inmuebles en China se disparó el año pasado, ya que la relajación de las restricciones estimularon la adquisición de vivienda en Beijing, Shanghai, Shenzhen y otras ciudades de primer nivel.
A pesar del ligero enfriamiento en el cuatro trimestre, las ventas de casas en China crecieron un 36,1 por ciento, hasta los 9,9 billones de yuanes (1,44 billones de dólares) el año pasado, con los precios subiendo. Los compradores de casas pudieron obtener fácilmente hipotecas y los bancos fueron generosos a la hora de financiar a promotores inmobiliarios.
Desde octubre del año pasado, decenas de ciudades chinas han anunciado medidas como límites a la adquisición y mayores restricciones hipotecarias para prevenir que los precios inmobiliarios crecieran de forma descontrolada.
Las autoridades centrales también se han movido para limitar el flujo del crédito en la compra especulativa e incrementar el suministro de terrenos para vivienda residencial. Un mecanismo de largo plazo con el objetivo de reducir las burbujas inmobiliarias y prevenir grandes fluctuaciones de mercado fue propuesto en la conferencia de trabajo económico en diciembre de 2016.
Con los esfuerzos continuados para enfriar el mercado, los precios de las viviendas podrían continuar estabilizándose en el primer trimestre, indicó Chen.
Mientras que las metrópolis ya han logrado rebajar la compra de viviendas, los promotores inmobiliarios de muchas ciudades pequeñas todavía están lastrados por el exceso de viviendas sin vender.
China continuará impulsando la urbanización como una vía principal para rebajar los enormes inventarios de casas sin vender en las zonas menos desarrolladas, incluyendo políticas favorables para los residentes rurales que quieran adquirir una vivienda y asentarse en las urbes, añadió Chen.
Se alentará a que los propietarios de casas de precarias condiciones adquieran una existente en vez de construir nuevas, y el mercado de alquiler verá un mayor apoyo del gobierno, según el ministro.
A pesar de los altos niveles, las casas sin vender del país cayeron un 11 por ciento interanual, hasta los 403 millones de metros cuadrados a finales de 2016, mostraron los datos del Buró Nacional de Estadísticas.