ANKARA, 15 ene (Xinhua) -- Turquía desplegó tanques y vehículos blindados en la frontera siria después de advertir de una inminente ofensiva contra un bastión kurdo en el noroeste de Siria, una agresión que podría ser de alcance limitado, según expertos.
"Turquía está lista, terminamos nuestros preparativos y una operación podría empezar en cualquier momento", dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en una ceremonia en Ankara.
Erdogan expresó la firme determinación de su país para combatir la milicia kurda apoyada por Estados Unidos.
"Rusia podría aprobar una operación militar turca limitada. Sin importar lo que pase, lo más importante será la conclusión de tal ofensiva", dijo Kerim Has, profesor de la Universidad Estatal de Moscú.
El experto en asuntos internacionales explicó que "Rusia desea mantener a Turquía lo más cerca posible para orquestar el escenario de posguerra y desea tener relaciones confiables tanto con Ankara como con las YPG (Unidades de Protección Popular, una milicia kurda que controla gran parte del noroeste de Siria)".
"Una operación militar integral podría ser una trampa de seguridad estratégica para Turquía", dijo Has, quien recordó que la presencia militar rusa en Siria es la razón por la que el presidente Bashar al-Assad sigue en el poder.
Turquía considera que las YPG que controlan la provincia de Afrin son un grupo terrorista vinculado con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo militante que durante mucho tiempo ha combatido por la autonomía en el sureste de Turquía.
El domingo, unidades militares turcas dispararon artillería contra posiciones del YPG en Afrin y los alrededores. El ejército también reforzó durante el fin de semana las tropas en la zona con vehículos de personal blindados y tanques, según la Agencia Anadolu.
Erdogan ha acusado en repetidas ocasiones a las YPG de intentar vincular Afrin con una zona controlada por los kurdos en el este.
En 2016, Turquía lanzó una ofensiva en el norte de Siria para alejar al Estado Islámico de su frontera y para evitar la convergencia de las regiones controladas por los kurdos.
Turquía y sus aliados occidentales, incluyendo Estados Unidos, consideran al PKK una organización terrorista. No obstante, Estados Unidos apoyó a las YPG para ayudar a derrotar al Estado Islámico en Siria, lo que molestó a Turquía y tensó al máximo las relaciones turco-estadounidenses.
El presidente turco dijo que "a pesar de todo", desea trabajar con Estados Unidos en la región y espera que no se ponga del lado de las YPG durante la operación en Afrin. "Esperamos que (Estados Unidos) apoye a Turquía en sus legítimos esfuerzos" para combatir el terrorismo, dijo Erdogan.
Erdogan volvió a amenazar hoy de un inminente ataque pero no sólo contra Afrin, sino también contra Manbij, una ciudad habitada por árabes al este que sigue bajo control de las YPG.
Ibrahim Kalin, vocero presidencial turco, dijo que Estados Unidos tomó medidas para legitimar y consolidar las YPG.
Siria y Rusia también criticaron el plan estadounidense para formar un ejército fronterizo en los próximos años.
El conflicto entre Turquía y el PKK ha dejado unos 40.000 muertos desde 1984, incluyendo más de 3.300 fuerzas de seguridad, militantes y civiles desde la reanudación de las hostilidades en julio de 2015.
"Turquía no permitirá que Estados Unidos ayude a formar una fuerza de seguridad fronteriza integrada por terroristas. Lo que tenemos que hacer ahora es aplastar este nido de terroristas", prometió hoy Erdogan.
Erdogan pidió a Washington cesar su cooperación con las YPG. Si no, advirtió que "no seremos responsables de las consecuencias" por posibles daños contra soldados estadounidenses desplegados en el norte de Siria.
"Para organizar una ofensiva militar en el norte de Siria, una limitada, Turquía necesita apoyo aéreo y tiene que conseguir la aprobación de Rusia", dijo Oytun Orhan, un renombrado investigador sirio del grupo de expertos Osram.