Por Noemí Galbán
LA HABANA, 23 ene (Xinhua) -- Una apuesta hacia la prosperidad compartida y sostenible donde prime el multilateralismo y la cooperación es el resultado más significativo de la recién concluida II Reunión Ministerial del Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
La apuesta quedó plasmada en tres documentos que guiarán el devenir de las relaciones entre ambas partes: la Declaración de Santiago y otra especial sobre la iniciativa china de la Franja y la Ruta, y el Plan de Acción Conjunta CELAC-China.
A juicio del analista internacional cubano Luis Suárez, los textos tienen una gran importancia conceptual y práctica pues son premisas de cara al futuro desarrollo de los vínculos políticos, económicos y culturales entre Latinoamérica y Beijing.
"Son una afirmación muy fuerte de buscar todas las vías para solucionar los problemas globales contemporáneos desde la perspectiva de la cooperación, el intercambio y la igualdad de posiciones entre los países", subrayó.
De igual forma, mencionó, trazan un camino prometedor a partir de la resolución de ambas partes de convertirse en "socios estratégicos fiables", con visiones cada vez más coincidentes sobre las acciones y medidas a acometer para enfrentar desafíos comunes.
"El compromiso relacionado con los Acuerdos de París del cambio climático, con la Agenda 2030, la ratificación de América Latina y el Caribe como zona de paz, la implementación de un comercio libre y justo, el concepto de trabajar por alcanzar el desarrollo común y beneficios mutuos, son algunos ejemplos", puntualizó Suárez.
Para el también profesor titular del Instituto Superior de Relaciones Exteriores de Cuba (ISRI), un punto significativo del foro fue la adopción de una declaración especial sobre la propuesta del presidente chino, Xi Jinping, de extender a la región la iniciativa de la Franja y la Ruta.
Una invitación acogida por los 33 estados miembros de la CELAC y considerada por Suárez como un "proyecto global" de gran envergadura ya que propone un nuevo esquema en las relaciones entre China y América Latina y el Caribe.
No se trata sólo, resaltó, de las vías tradicionales (marítima, terrestre y aérea) para impulsar el comercio bilateral, sino que incorpora un elemento novedoso, el digital, a partir de un eventual cable submarino transpacífico que conecte China con la región, donde Chile funcionaría como "hub (núcleo)".
Las capacidades de las transacciones e inversiones entrarían así en un nuevo nivel y las posibilidades que se abren son incalculables.
"Hay una apuesta a una libertad de comercio equitativo, una propuesta de cooperación en áreas sensibles como desarrollo tecnológico, que se avance en la superación del esquema de mirar a América Latina como exportador de materias primas, planteando avanzar hacia un intercambio de productos de mayor valor agregado en ambas direcciones", señaló.
Destacó asimismo que el foro en sí mismo es un reconocimiento por parte de Beijing de que la CELAC es un "órgano colectivo" con voz propia para dialogar, desde las diferencias, con sus contrapartes.
En tal sentido se mostró complacido de advertir que "un actor tan importante en las relaciones internacionales contemporáneas y del futuro como es China tenga una proyección tan abierta, en búsqueda de los caminos para estrechar las relaciones con América Latina y el Caribe".
Al mismo tiempo, dijo, se trata de una demostración de la voluntad del continente por profundizar y continuar avanzando en la relación con la nación asiática.
El experto insistió en que, sin negar la importancia que tuvo la primera reunión China-CELAC en 2015, en aquella fecha el contexto global era distinto, especialmente la política exterior de la Casa Blanca hacia el continente latinoamericano.
"Este foro en su contexto adquiere una trascendencia redoblada en todos los órdenes porque evidencia un contraste muy marcado entre la propuesta que reitera y amplía China en su relación con América Latina respecto a los despropósitos que están saliendo de las políticas de la actual Administración norteamericana", enfatizó.
El multilateralismo frente al proteccionismo impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, el trabajo mancomunado versus las imposiciones hegemónicas, la cooperación en aras del beneficio mutuo como premisa de las relaciones entre las naciones; son algunos de los mensajes defendidos en la reunión.
El encuentro, celebrado el lunes en Santiago de Chile, contó con la participación de cancilleres y representantes de los 33 Estados miembros de la CELAC, y el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi.