BEIJING, 31 ene (Xinhua) -- El primer discurso del Estado de la Unión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abordó ligeramente varios temas importantes e hizo parecer el discurso más como un espectáculo que como un mensaje serio sobre las prioridades de la nación.
Por ejemplo, Trump habló orgullosamente acerca del "carbón hermoso y limpio", y los senadores y congresistas se levantaron y ofrecieron una gran ronda de aplausos.
Uno se pregunta qué es tan bello y limpio acerca del carbón y por qué sus palabras merecieron tantos aplausos.
MUCHO ESPECTÁCULO
Dramático como siempre, el discurso de 80 minutos de Trump recibió muchos aplausos y hasta algunas lágrimas.
Trump fue interrumpido por 115 rondas de aplausos, lo que, de acuerdo con los medios de comunicación estadounidenses, estuvo a punto de romper un récord, sólo después del discurso del ex presidente Bill Clinton en el año 2000.
Para añadir un toque humano a su animado discurso, Trump lo salpicó con unas cuantas historias trágicas. Presentó a dos familias negras que perdieron a sus hijas a manos de una banda callejera de inmigrantes ilegales. Las madres estallaron en lágrimas al escuchar sus palabras.
El presidente también contó historias de heroísmo, desengaños y tragedias estadounidenses en su discurso con una fuerte carga emotiva.
"Lo que no detalló son las soluciones a las crisis futuras", escribió Associated Press en una nota titulada "Discurso de Trump antepone emoción a solución de problemas".
DISCURSO POCO SUSTANCIAL
Además de atribuirse la reducción fiscal y el resurgimiento económico en Estados Unidos, o el "nuevo momento estadounidense", el discurso de Trump involucró el bienestar de los veteranos, la responsabilidad del gobierno, el impulso a las industrias energética y automotriz, los precios de los medicamentos, el comercio, la infraestructura, la inmigración, el abuso de drogas y el terrorismo, entre otros temas.
Entre todos estos temas, el presidente propuso medidas concretas sólo respecto a inmigración, el plan de "cuatro pilares" que ofrece la ciudadanía a los inmigrantes que entraron a una edad temprana, asegurar la frontera, poner fin a la lotería de visas y acabar con la migración en cadena.
Otros temas, que parecieron ser introducidos de forma aleatoria dentro del mensaje, fueron principalmente lemas como "Estados Unidos es una nación de constructores" y "la era de la rendición económica se ha terminado".
Trump había prometido generar cambios dramáticos en las políticas estadounidenses, en especial en términos de política exterior. Se había quejado de los aliados, las crisis comercial y nuclear, y pedido mejorar los lazos con Rusia. Sin embargo, a nada de esto se le ha dado seguimiento, al menos en su primer año.
Respecto a la política exterior, la realidad es más elocuente que la retórica. Stephen Walt, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Harvard, escribió en un artículo que Trump podría haber prometido "sacudir el polvo de la política exterior estadounidense", pero en gran parte se ha quedado atrapado en el statu quo.