BUENOS AIRES, 12 abr (Xinhua) -- Paleontólogos, técnicos en paleontología, científicos e investigadores reconstruyen a diario, con su labor, ciencia y herramientas, la rica historia y prehistoria animal del país sudamericano.
Lo hacen en el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), una reconocida institución en el país, que se remonta al año 1812, y que cuenta con una Sala de Paleontología que está entre las más importantes de América Latina en cuanto a cantidad y calidad de material original exhibido.
Durante una visita, Xinhua constató la labor de los expertos, entre ellos la de Agustín Martinelli, un paleontólogo que quitaba sedimentos a un cráneo de un protomamífero de unos 230 millones de años de antigüedad. También observó la tarea de Martín Ezcurra, curador de la colección de paleovertebrados, que trabajaba sobre una vértebra de un dinosaurio suaropodo de hace 70 millones de años, y dialogó con el técnico en paleontología Marcelo Miñana, quien trabaja hace 13 años en el MACN.
"Algunas de las tareas que realizo en el taller de la Sección de Paleovertebrados es tanto la preparación de fósiles como cuestiones de reconstrucción paleontológica", detalló el experto en la sede de la entidad, ubicada en el barrio de Caballito, centro geográfico de Buenos Aires, tierra que, hace miles de años, recorrían gliptodontes y megaterios.
"Hay de dos tipos, las reconstrucciones osteológicas, los esqueletos armados, como las reconstrucciones en vida, donde a los animales tratamos de darles el aspecto que tenían cuando estaban vivos".
Impactan a simple vista los calcos de dinosaurios descubiertos en territorio patagónico (sur del país) por investigadores del Museo, a la vez que vitrinas laterales e infografías permiten apreciar la evolución de la vida en la tierra de diversos grupos de animales y plantas, como el proceso de fosilización de estas últimas.
La Colección Nacional de Paleovertebrados y la Colección Ameghino son las colecciones paleontológicas más antiguas de país, y se destacan por su relevancia patrimonial, histórica y cultural; incluyen numerosas piezas fósiles correspondientes a peces, anfibios, reptiles, dinosaurios y gran variedad de mamíferos extinguidos.
Según datos ofrecidos por el Museo, actualmente se encuentran depositados en las colecciones de Paleontología más de 40.000 piezas de paleovertebrados, cerca de 17.500 piezas de plantas fósiles, alrededor de 9.800 piezas de invertebrados y más de 7.000 preparaciones microscópicas con palinomorfos.
Al repasar su gestión, Miñana dijo que "la parte técnica se hace con mucho cuidado en la preparación de los fósiles que nos llegan desde el campo. La tarea empieza en el campo, cuando se extraen los materiales".
"Hay que tener ciertos cuidados y aplicar un montón de técnicas para que el material sufra lo menos posible la extracción", contó.
La tarea implica recibir el material original para luego, en el taller, prepararlo, con herramientas de precisión, exhibirlo o dejarlo en un depósito para su preservación a fin de que sea estudiado por científicos.
"La colección es muy importante, cuenta con miles de piezas, para las cuales se aplican diferentes técnicas de preservación, para que futuros investigadores tengan acceso a las piezas en el mejor estado posible", enfatizó el experto.
Miñana recordó que "los fósiles son piezas muy pesadas, como un mármol o algo por el estilo, y por eso hacemos réplicas de materiales mucho más livianos: usamos resina, fibra de vidrio, poliuretano, que son materiales muy livianos, que nos permiten armar todo un esqueleto sin que se vean estructuras".
"Son piezas huecas, y por el medio de cada hueso, por el interior, pasamos las estructuras metálicas que permiten armar el esqueleto para que el público pueda apreciarlo en la sala", comentó.
Al explicar su labor, el experto señaló que su trabajo de reconstrucción "va de la mano del trabajo con el investigador. Trabajo con el paleontólogo, que todo el tiempo está asesorándome, explicándome sobre la anatomía del animal".
"Es poco usual encontrar fósiles muy completos. Ahí es donde trabajamos, reconstruyendo, modelando, fabricando los huesos que no están, de cierta forma".
La labor de Miñana incluye un apartado que lo distingue, ya que ha realizado efectos especiales para producciones cinematográficas.
"Este trabajo va un poco de la mano de la realización de efectos especiales. Hay mucho en común en las técnicas, en los materiales. Para reconstruir un esqueleto y montarlo, los materiales y las técnicas no son muy distintas de las que se emplean en el cine para reconstruir monstruos, personajes y criaturas fantásticas. Es algo que me interesa particularmente", resaltó.