Por Noemí Galbán
LA HABANA, 21 mar (Xinhua) -- La reciente aprobación de la nueva ley de inversión extranjera por el Legislativo chino es un paso más en la determinación del Gobierno del país asiático de promover un nuevo modelo de crecimiento económico, a partir de la profundización en el proceso de reforma y apertura iniciado hace cuatro décadas.
En entrevista con Xinhua, Déborah Rivas, directora general de inversión extranjera del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba (MINCEX), destacó los beneficios de la nueva legislación y consideró que su entrada en vigor favorecerá el desarrollo de la economía china.
"Cualquier país que haga una apertura cada vez mayor a la inversión extranjera, va a recibir capital fresco que por supuesto va a inyectar a los sectores de la economía donde van dirigidos esos capitales y esto va a contribuir al crecimiento de su producto interno bruto (PIB)", señaló Rivas.
Subrayó también que la norma transmite mayor seguridad jurídica a los potenciales inversionistas extranjeros y es un reflejo de las políticas públicas del país asiático en relación a esa actividad, al permitir que las empresas foráneas compitan en condiciones de igualdad con las nacionales.
Asimismo, indicó, se les da el mismo tratamiento a los empresarios locales y a los internacionales, lo que supone "un incentivo importante para que haya un crecimiento de la atracción de la inversión extranjera y por tanto siga impactando de manera directa en el crecimiento del PIB chino".
La nueva ley, recordó, reduce la lista de sectores cerrados a la inversión extranjera en la nación asiática, lo que permite a empresas totalmente financiadas por extranjeros operar en más áreas.
Al mismo tiempo, refuerza la protección de los derechos de propiedad intelectual de los inversores foráneos y prohíbe las transferencias de tecnología obligatorias.
"Eso quiere decir que hay una intención y voluntad política del Gobierno chino de que la inversión extranjera contribuya al desarrollo de casi todos los sectores del país", puntualizó.
La nueva ley unifica tres legislaciones anteriores: sobre las empresas mixtas de capital chino-extranjero (1979), empresas de propiedad absoluta extranjera y empresas mixtas contractuales chino-extranjeras, estas últimas promulgadas en la década de 1980.
La nueva legislación china responde al cambio de modelo económico impulsado por el presidente chino, Xi Jinping, que busca un desarrollo más sostenible a partir del fortalecimiento del consumo, los servicios y la innovación, lo cual genera también nuevas opciones para otros países.
Tal es el caso de Cuba, mencionó la funcionaria del MINCEX, cuyas empresas con capacidad para internacionalizarse pueden invertir en la nación asiática.
"La biotecnología es uno de los sectores, de hecho ya tenemos algunas empresas de capital cubano en China que pueden, a partir de esta legislación, aprovechar esas ventajas y beneficios recogidos en la nueva ley para hacer nuevos negocios allí", reflexionó.
Resaltó además las oportunidades que ofrece la normativa en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta, a la que se han sumado hasta el momento 123 países y 29 organizaciones internacionales.
"Debemos tratar de insertarnos cada vez en esa estrategia de desarrollo nacional y regional que ha establecido el gobierno chino, basado en el multilateralismo y la cooperación internacional para el beneficio mutuo", aseveró Rivas.
Según la Conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), a finales de 2018, unas 960.000 empresas de capital extranjero se habían establecido en China, con una inversión directa acumulada superior a 2,1 billones de dólares.