Las deportistas son las que llevan el liderazgo en los Juegos Olímpicos de Río, superando por mucho a los hombres.
El lunes, la judoka Rafaela Silva de Brasil hizo historia al ganar la primera medalla de oro para su país en la edición brasileña de los juegos y, hasta ahora, la única medalla en judo, un deporte en el que Brasil normalmente tiene buenos resultados.
Silva, una mujer negra que creció en el barrio Ciudad de Dios, localizado por coincidencia cerca de la arena donde ella se coronó como campeona olímpica, superó muchos desafíos para convertirse en una judoka profesional.
Además, enfrentó una serie de amenazas racistas cuando fue eliminada en las Olimpiadas de Londres 2012, que por poco la hacen abandonar el deporte. Su victoria es considerada un ejemplo de cómo los deportes pueden cambiar la vida de los niños no privilegiados.
En deportes por equipos, las mujeres también están ganando la mayoría de sus competencias. Los resultados fantásticos de la selección de fútbol, que incluye una victoria 5-1 sobre la fuerte selección sueca, han alimentado en los brasileños un gran sentimiento de orgullo.
La mayor estrella de la selección, Marta, ganó el premio a la Jugadora Mundial del Año de la FIFA en cinco ocasiones consecutivas y la delantera Cristiane es la principal anotadora en las Olimpiadas, entre hombres y mujeres. A los 38 años, la mediocampista Formiga está jugando sus sextos Juegos Olímpicos, ella ha estado en todas las ediciones desde que el fútbol femenil se incluyó en los juegos.
El hecho de que la selección masculina esté teniendo malas actuaciones hace que la participación de las mujeres sea más memorable. Los "memes" en internet que comparan a la estrella femenil Marta y al astro masculino Neymar abundan en las redes sociales, y subrayan los logros de Marta y las malas actuaciones de Neymar.
La selección de voleibol ha ganado hasta ahora dos partidos, igual que la de voleibol de playa, y la selección de balonmano también ha tenido buenos resultados, al vencer a Rumania y al poderoso equipo noruego, considerado como favorito para el oro. La selección de gimnasia femenil llegó a las finales, y dos atletas llegaron a las finales individuales.
Las brasileñas no son las únicas atletas mujeres que emocionan a las multitudes en estos Juegos Olímpicos. Yusra Mardini, de 18 años de edad, sobrevivió a un escape de Siria al nadar tres horas hasta Grecia, mientras ella y tres personas más empujaban una lancha que se hundía llena de gente, a la que lograron salvar. Mardini, quien ahora vive en Alemania, compitió bajo la bandera olímpica en la delegación de refugiados, y su historia le ganó muchos seguidores en Brasil.
Otras mujeres están haciendo historia en esta edición de las Olimpiadas. La judoka Majlinda Kelmendi ganó la primera medalla de oro para Kosovo en Brasil, que no reconoce la independencia de Kosovo.
Doaa Elgobashy y Nada Meawad se convirtieron en las primeras jugadoras de voleibol de playa de Egipto en competir en las Olimpiadas y jugaron con camisetas y pantalones y hasta un hiyab, un fuerte contraste con las otras jugadoras que usan bikinis. Las imágenes del equipo egipcio y sus adversarias, con ropa tan diferente, se volvieron un símbolo de la diversidad en las competencias.