BEIJING, 26 dic (Xinhua) -- China mantendrá la política fiscal proactiva y la política monetaria prudente en 2018, con el fin de fomentar el desarrollo de alta calidad conteniendo al mismo tiempo los riesgos financieros.
"La orientación proactiva de la política fiscal se mantendrá, mientras que la estructura de los gastos fiscales deberá ser optimizada", dice un comunicado emitido al término de la Conferencia Central de Trabajo Económico, que se celebró la semana pasada y es el evento más importante del año en el país en el aspecto económico.
En esta ocasión, las autoridades del sector analizaron el desempeño de la economía nacional a lo largo de los últimos cinco años y delinearon los planes para 2018.
El apoyo fiscal para los principales campos y proyectos será garantizado, y a la vez serán reducidos los gastos regulares, según el documento.
"En comparación con los años anteriores, cuando también se implementó una política fiscal proactiva, la prioridad para 2018 ha de ser la inversión en los eslabones débiles, como educación, asistencia en salud, seguridad social y servicios públicos", dijo Zhao Xijun, profesor de Finanzas de la Universidad Renmin de China.
La inversión en la innovación y el espíritu emprendedor, así como en las industrias emergentes, también deberá incrementarse, con el objetivo de promover la competitividad estratégica del país, agregó Zhao.
"Se espera que en 2018 la inversión en infraestructura disminuya, ya que se destinarán más fondos a la protección ambiental y a la reducción de la pobreza", vaticinó Lu Zhengwei, economista jefe del Banco Industrial.
Debido a que la crisis financiera global forzó al gobierno chino a invertir grandes cuantías para contrarrestar los riesgos, la inversión estatal ha resultado en una caída de los beneficios y la eficiencia de las empresas durante casi una década.
Los analistas creen que, en vista de que en 2018 la mira de la política fiscal se moverá cada vez más hacia la mejora de la distribución de los ingresos y la movilización de los recursos sociales, el país logrará mayores progresos en el fomento de la calidad y la sostenibilidad de su crecimiento económico.
Además, según la conferencia, el gobierno tomará medidas concretas para fortalecer la regulación de las deudas de las autoridades locales.
Dichas deudas aumentaron exponencialmente durante el auge de inversiones y construcciones que siguió a la crisis financiera global de 2008. Conscientes de los riesgos, las autoridades han adoptado una serie de medidas para reducir la presión que estas generan.
Para el 30 de junio, las deudas pendientes de las autoridades locales se situaban en 15,86 billones de yuanes (2,4 billones de dólares), ligeramente por encima de los 15,32 billones de yuanes de finales de 2016, pero por debajo del límite establecido por el gobierno para todo el año, que es de 18,82 billones.
En el frente monetario, en el año que viene China mantendrá una política monetaria prudente y neutral, manteniendo los niveles de liquidez apropiados pero evitando inyecciones excesivas de liquidez.
"La política monetaria prudente debe mantenerse neutral, las compuertas del suministro monetario deben ser controladas, y la financiación crediticia y social deberán experimentar un crecimiento razonable", conforme al documento emitido tras la reunión.
La Conferencia Central de Trabajo Económico de 2016 definió el tono de la política monetaria para el año siguiente como "prudente y neutral", esforzándose al mismo tiempo por suavizar los canales de transmisión de la política monetaria y por mejorar los mecanismos para ayudar a mantener estable la liquidez.
"En comparación con 2017, para el próximo año China está más determinada a implementar una política monetaria prudente y neutral", aseguró Lu Zhengwei, del banco industrial, quien además destacó que para 2018 el liderazgo chino ha dado la prioridad a la prevención de los riesgos financieros.
China ha mantenido una política monetaria prudente desde 2011. No obstante, en la práctica la política ha venido siendo relajada levemente, debido a la presión a la baja en el crecimiento económico.
Puesto que la salud económica del país siguió mejorando, las autoridades anunciaron que mantendrían una política "prudente y neutral" para el año entrante.
De acuerdo con analistas, este cambio indica que China se inclinará hacia la restricción monetaria en el caso de que se haga necesario controlar cualquier burbuja de activos o mitigar riesgos financieros.
"En el año próximo la política monetaria seguirá siendo prudente, pero se inclinará hacia un ligero ajuste", pronosticó Li Qilin, investigador sénior de Valores Lianxun, quien añadió que el banco central deberá equilibrar sus metas de estabilizar el crecimiento económico y prevenir las burbujas.
La política fiscal proactiva y la política monetaria prudente, ambas políticas macroeconómicas cruciales para China, establecerán una base sólida para la reestructuración económica y la profundización de la reforma por el lado de la oferta en el año que viene, aseguró Zhao Xijun, de la Universidad Renmin.