Por Juan Limachi
LIMA, 28 dic (Xinhua) -- La Feria de las Suerte en la céntrica avenida 28 de julio de la capital peruana, Lima, se encuentra atestada de cientos personas en busca de la cábala andina y los rituales que les permitirán mejorar sus existencias y cumplir sus deseos más íntimos en 2018.
El sacerdote andino Teófilo Ccalla, uno de los casi cien "sabios" de uno y otro sexo que tienen sus tiendas en esta feria, explica a Xinhua en qué consisten los rituales que ofrecen a sus exigentes clientes, que provienen de todas las regiones del Perú.
"Sacamos todas las cosas negativas de la persona y hacemos un levantamiento (obra positiva) para el año nuevo. Tenemos las cábalas, los rituales y la ceremonia a la Pacha Mama (Madre Tierra) para levantar los proyectos de una familia, una empresa, un negocio", cuenta.
El pago a la Tierra, detalla, es una ceremonia ancestral sagrada, desde la época de los incas, que rinde homenaje a la Pacha Mama y a los Apus (Cerros).
Decorados de ornamentos típicamente andinos, donde predominan los colores rojo y amarillo, hierbas, granos de maíz, en los rituales también se usa la hoja de coca para conocer el futuro.
"Lo que se hace con la hoja de coca, con el quintucha de la coca (cinco hojas), es que las personas piden sus deseos, que se ofrendan a la Pacha Mama, para que nos brinde sus frutos", indica.
En la cosmovisión andina no solo se trata de pedir a la Madre Tierra, sino también es necesario agradecerle por la vida y por la salud, porque todo lo que nosotros consumimos se basa en la naturaleza.
Otro ritual para iniciar el año nuevo con nuevas energías es el del cuy negro, que consiste en pasarse este roedor andino por el cuerpo: "Con el cuy se saca toda la carga negativa del interior del cuerpo después el proceso de purificación para que el año nuevo sea positivo".
Sobre las preferencias de las mujeres, el sacerdote andino dice que "mayormente piden que las ayudemos con nuestros rituales a lograr la paz, la comprensión y el amor de sus parejas, pero también las hay quienes buscan fortuna y para triunfar en los negocios".
Con respecto a los hombres, "generalmente, vienen a pedir trabajo, mejora en sus empresas y mejoras en sus vidas, porque no todos los años deben ser la misma cosa".
"Los políticos también vienen para estar bien en sus partidos, para protegerse la maldad y de la envidia de sus rivales. Nosotros estamos limpiando el camino para las personas, abrir el camino de eso es lo que se trata", anota.
En este recinto pintoresco, de estrechas callejuelas, adornos esotéricos y música andina, donde los videntes visten sus trajes típicos, también encontramos a Ana Chura, una sacerdotisa quechua-boliviana que ofrece rituales como "la cura del susto con huevos" o la "lectura con la hojas sagradas de coca".
"Ofrecemos en miniatura los deseos, por ejemplo, muchas personas quieren tener sus casas, nosotros les damos una casa en miniatura con su título de propiedad, a las personas que quieren casarse también les ofrecemos matrimonios andinos, con partida de matrimonio incluido", explica.
Otra faceta de la rica tradición cultural andina está integrada por los baños de florecimiento, con ruda y romero, entre otras hierbas aromáticas y flores, y que sirven para hacer realidad los deseos.
"La ruda tiene suerte, es una hierba fuerte, es una hierba aromática que atrae la buena vibra para que en el amor no tengan problemas, no hayan discusiones y siempre exista la comprensión entre las parejas", subraya.
Según Chura, en estas ceremonias de Año Nuevo los baños de flores se encuentran entre los favoritos por sus clientes, generalmente mujeres jóvenes, en busca de un amor o para que regrese el ser amado.