WINDHOEK, 9 ene (Xinhua) -- Grupos preocupados por la supervivencia de los caballos salvajes que vagan por el desierto en el sur de Namibia están pidiendo ayuda ante la amenaza de sequía.
La población de caballos salvajes ha descendido de 168 en 1984 a 86 en 2017, incluidos 51 sementales y 35 yeguas.
Los caballos han vivido en el área más de 100 años, incluso antes de que el Desierto del Parque Namib Naukluft fuera declarado un parque nacional.
El Grupo de Acción Empresarial Aus Lüderitz junto con las Cámaras de Comercio e Industria de Aus y Lüderitz temen que si persiste la actual condición de sequía, morirán más caballos.
En un comunicado emitido hoy, los voceros del Grupo de Acción Empresarial Aus Lüderitz, Bernd Roemer y Piet Swiegers, se comprometieron junto con otras organizaciones hacer frente urgentemente a la situación.
Roemer y Swieger dijeron que los caballos se han debilitado y diezmado por la extendida sequía que ha afectado a la región desde el 2013.
"Ningún potrillo ha sobrevivido desde el 2012, lo que representa una brecha generacional de cinco años; eso causará un cuello de botella genético. No pasará mucho tiempo antes de que la población esté extinta funcionalmente", advirtieron.
Además de la sequía, Roemer y Swieger dijeron que las hienas están atacando a los caballos salvajes, en especial ahora que el número de especies nativas del área también se ha reducido.
"Una solución a corto plazo inmediata, viable y asequible podría ser reubicar al clan de hienas a otras áreas o parques naturales (por ejemplo al este del río Pez) para que los caballos puedan tener cierto tiempo para recuperarse y empezar a reproducirse de nuevo cuando se reanuden las lluvias", sugirieron.