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Las redes sociales impactan en los hábitos de consumo de los jóvenes chinos

Corner Tower Café, un destino popular cerca de la Ciudad Prohibida. (Foto: Edición de ultramar del Diario del Pueblo)

Beijing, 24/05/2019 (El Pueblo en Línea) - Además de ser una plataforma para que las personas compartan su vida cotidiana y se conecten, las redes sociales ahora se han convertido en un impulsor del crecimiento económico que impacta en los hábitos de consumo de China, especialmente entre las generaciones más jóvenes.

Xiaohongshu, también conocido como RED, es una de las principales aplicaciones sociales chinas. Entre sus protagonistas tiene múltiples "influencers", "vloggers" y "celebridades de Internet" que promueven productos y hacen recomendaciones sobre ropa y maquillaje.

"Antes de ir de compras, normalmente avanzo entre muchos mensajes de Xiaohongshu, leo apuntes y fijo lo que me interesa" , afirma la usuaria Lu.

"Cuando los consumidores toman decisiones de compra, a menudo lo hacen bajo la influencia del grupo de referencia. Y esa es una de las principales razones es el sentido de identidad del individuo, ganar claridad sobre qué tipo de persona cree que es y qué tipo de vida debe vivir", explica Ding Ying, profesor asociado de Escuela de Negocios de la Universidad Renmin de China.

"Una vez que los consumidores encuentran una identidad con la que están a gusto, es probable que acepten lo que las redes sociales recomiendan para él", precisa.

Otro experto señaló que para muchos jóvenes consumidores chinos, se trata de elegir su propio estilo entre las muchas opciones que se exponen en las redes sociales.

"Me gustaría ser una persona con un horizonte amplio, y es por eso por lo que quiero saber lo que otras personas están leyendo y se interesan. En otras palabras, estoy construyendo una mejor versión de mí mismo por sintonizar con los demás", indica un usuario llamado Huang.

Además de averiguar quiénes son realmente, los jóvenes consumidores chinos también tienden a acercarse a las comunidades de redes sociales con las que se identifican, obteniendo y reafirmando su sentido de pertenencia.

“Por otro lado, la locura por el consumo no es una tendencia racional a seguir. Los jóvenes deben establecer sus propias limitaciones para evitar el exceso de gasto”, sugirió Ding.