Durante la última semana Bogotá celebró su cumpleaños número 478, y esta vez, en medio de una variada agenda cultural recreativa y deportiva, destacaron los deportes para personas con discapacidad a fin de visibilizar las políticas de inclusión social de la actual administración de la capital colombiana.
Seis deportes paralímpicos cumplieron animados torneos en los que la voluntad, la resiliencia y, sobre todo, la desestigmatización de todo tipo de discapacidades físicas fueron protagonistas.
Las competencias estuvieron enmarcadas dentro de la versión número 20 del Festival de Verano, el evento cultural al aire libre que más personas convoca en Bogotá, y que pretende ser una muestra de la diversidad de la ciudad.
La población de personas víctimas del conflicto armado y que cayeron en enfrentamientos o en la activación de minas antipersonales, es uno de los énfasis primordiales de estos programas de inclusión social.
Diferentes fundaciones que trabajan por los derechos de las personas en situación de discapacidad se unieron esta vez al festival para brindar a los deportistas espacios de competencia en los que sus programas de rehabilitación, reinserción y reconciliación sean ejecutados de manera integral.
Consideramos que el deporte es una de las herramientas más valiosas, porque no necesita metodología para hacer los procesos de reinserción y reconciliación.
"El deporte en sí es una herramienta que permite que todas las personas en condición de discapacidad y, sobre todo, las personas que están en un proceso de reinserción encuentren un espacio emocional que les permite volver a posicionarse como seres humanos dentro de la sociedad, dijo a Xinhua Francisco Javier Osejo, director del Proyecto Sport Power de la Fundación Arcángeles.
Este programa atiende a una población de 260 personas discapacitadas, el 22 por ciento de este total ha sido víctima de la guerra en el país sudamericano.
Soldados, policías y civiles víctimas de la guerra en Colombia hacen parte de esta iniciativa. A través de instancias estatales como la Unidad de Víctimas, la Agencia Colombiana para la Reintegración y la defensoría del pueblo, nuestra fundación pretende posicionar al deporte como herramienta indispensable en su recuperación, añadió Osejo.
Tenis, baloncesto y rugby en silla de ruedas, voleibol sentado y goalball, fueron los deportes en que los deportistas de varias ligas nacionales y representantes de países como Venezuela, Paraguay y Estados Unidos, demostraron la importancia del deporte en la recuperación de la confianza en personas afectadas por algún tipo de discapacidad.
Es el caso de Javier Perdomo, ex soldado del Ejército de Colombia que resultó afectado en un enfrentamiento con tropas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2008, y hoy ve en el voleibol sentado la forma de superar las secuelas que en su cuerpo ha dejado la guerra.
Este deporte me ha enseñado que la discapacidad es solamente mental. Existe solamente en la cabeza. En este momento mi vida gira alrededor de este deporte, señaló a Xinhua el ex uniformado.
Para Perdomo, hacer parte del equipo de voleibol sentado de Bogotá, deporte inscrito dentro de los juegos paralímpicos desde 1980, ha sido la clave para reconocer que lo vivido en el conflicto, a pesar de su crudeza, no ha sido en vano.
Siempre he sido deportista, pero solamente desde que hago parte de este equipo he podido destacarme realmente, la sensación de ganar una medalla y ser admirado por otras personas ha hecho que mi vida sirva de ejemplo de superación y dedicación, aseguró.
Según los registros oficiales, en Bogotá 240.000 personas tienen algún tipo de discapacidad física.
La cifra está en permanente aumento debido a que los programas de rehabilitación han adquirido mayor visibilidad en los últimos años, y cada vez más personas se registran para adquirir algún tipo de auxilio estatal.
Los discapacitados atienden los llamados de la administración distrital para sumarse a los programas deportivos que, a través de las ligas de la ciudad, ofrecen competencias de alto nivel durante todo el año.
Rodrigo Angarita, también integrante del equipo de voleibol sentado de la ciudad, agradeció a los organizadores de estas competencias, y aseguró a Xinhua que éstas hacen que su vida adquiera mayor sentido y alegría.
Quiero invitar a todas las personas que se encuentran con alguna discapacidad. La superación va más en la mente. Todos podemos cumplir los objetivos que cualquier otra persona pueda llegar a tener. Debemos entrenarnos y cuando vemos cómo nuestro cuerpo responde mejor con cada entrenamiento, la vida se hace mucho más fácil, sostuvo el deportista.
De esta manera, la alianza entre fundaciones y entidades públicas busca atender a una población que cada vez es incluida con mayor eficacia y profesionalismo en la dinámica social.
Conciertos, ciclovías nocturnas y caminatas de avistamiento de aves en parajes naturales de la ciudad completaron la agenda de la versión más incluyente del Festival de Verano de Bogotá.