El gobierno argentino expresó hoy su preocupación por la escalada de enfrentamientos verbales entre aficionados nacionales y brasileños, en el marco de los Juegos Olímpicos que se realizan en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
El secretario de Deportes de Argentina, Carlos Mac Allister, expresó esta preocupación en declaraciones a la radio nacional Vorterix, al explicar que "por ahora, la pelea es verbal, pero va subiendo", y "hay que trabajarlo urgente".
La clásica rivalidad existente entre aficionados de ambos países, sobre todo en el fútbol, se ha trasladado a otros deportes, cuyos representantes compiten en la cita olímpica de Brasil, aunque aún no se han producido "cruces" (peleas) directos entre ambos.
"Estamos preocupados. Anoche escribí a la cancillería para trabajar la situación, inclusive a través de los presidentes. El grado de enfrentamiento es preocupante, porque ni siquiera nos hemos enfrentado deportivamente", dijo.
Mac Allister expresó que es muy importante "bajar una palabra de paz, de tranquilidad, urgente hacia nuestros hinchas (aficionados). También lo voy a trabajar con nuestros deportistas que están en la Villa Olímpica".
En Río de Janeiro 2016 ya se han registrado varios hechos tumultuosos entre aficionados de ambos países, aunque ninguno pasó a mayores.
El encuentro de tenis entre los jugadores Juan Martín del Potro (Argentina) y Joao Sousa (Portugal) se demoró precisamente porque un aficionado argentino golpeó con el puño a un brasileño, por lo que fue retirado por la policía.
El tenista argentino del Potro advirtió tras su triunfo: "El público hace un clima especial y muy lindo. Disfruté, excepto en el incidente del principio que espero no vuelva a suceder. Hay que disfrutar. Tenía que haber paz entre gente de Argentina y de Brasil. Esto no es fútbol".
Otro episodio se vivió el fin de semana pasado, cuando el abanderado de la delegación argentina, el jugador de baloncesto Luis Scola, tuvo que pedir a sus compatriotas que no insultaran a los brasileños.
"No quiero que pierda Brasil. Sólo quiero que pierda cuando juega contra la Argentina. Me parece una tontería cantar contra un equipo que ni siquiera está en la cancha. Cada vez que vine acá me trataron muy bien y no me siento identificado con eso", dijo tras el triunfo de su equipo ante Nigeria.
La situación se vive en cada presentación de algún representante argentino, sobre todo en deportes por equipo, por ejemplo, durante el partido entre Argentina y Dinamarca en balonmano masculino, cuando se registró un "duelo" entre seguidores.
Los argentinos gritaron "¡Brasil, dime qué se siente!", cántico que causó furor en la última Copa Mundial Brasil 2014, al tiempo que los brasileños gritaron "¡Olé, olé, olé, Chile, Chile", en alusión a las dos últimas derrotas en la Copa América de fútbol.
Las selecciones de baloncesto de Argentina y Brasil se enfrentarán el próximo fin de semana, encuentro clave en las aspiraciones de ambos equipos, partido que seguramente se vivirá con mucha intensidad en las gradas.