Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 28 sep (Xinhua) -- Setenta años después de su fundación, la República Popular China demuestra que el socialismo puede generar desarrollo social, tecnológico y económico, afirmó el académico cubano José Luis Robaina.
Robaina llegó a China por primera ocasión en septiembre de 1963, el mismo día en que cumplió 16 años de edad, para estudiar historia en la Universidad de Beijing.
Desde entonces su vida quedó anclada de manera indisoluble al país asiático, al que volvió más adelante en distintas circunstancias.
Ahora, con 72 años y siendo miembro del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) de La Habana, además de hablar un perfecto idioma chino, todavía conserva la afición por los "dumplings" (ravioles) y el recuerdo de Fiestas de Primavera compartidas una familia en la capital de China.
Robaina regresó a Cuba en 1966 y luego volvió a pisar suelo chino en 1980 como corresponsal de la agencia de noticias Prensa Latina, una designación que le permitió observar, desde un lugar privilegiado, el inicio del proceso de reformas.
"La China que reencuentro en los 80 es la que comienza el camino del desarrollo acelerado, a partir de un grupo de reformas económicas que dieron peso al mercado", recordó el académico cubano mientras fumaba una gastada pipa.
Estas reformas permitieron dar saltos tremendos, y "para 1984 o sea cuatro años después de mi llegada, el problema alimentario básico estaba resuelto y el esfuerzo de la reforma se puso sobre la estructura económica, sobre la planificación, el sistema de precios y los salarios", recordó.
Robaina regresó a China una década después en 1999, entonces como segundo jefe de la embajada de Cuba en el país asiático, puesto desde el que pudo apreciar el avance de la nación, convertida en un país con desarrollo económico, industrial y tecnológico.
"El salto ha sido fabuloso y hoy China es completamente desconocida", dijo Robaina al comparar el desarrollo chino en las últimas décadas.
Ahora, como investigador del CIPI, Robaina no deja de estudiar sobre China.
Sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China en 2013, aseguró que es un proyecto respetuoso de las normas internacionales, de las características de los países y de sus gobiernos.
"La valoración general es un éxito absoluto en términos de desarrollo económico, social y tecnológico, y en términos de nueva alternativa o plataforma de gobernanza mundial, política y económica", señaló.
Con la seguridad de años de estudios, pero sobre todo de una multitud de vivencias personales, Robaina reflexionó sobre el desarrollo más reciente de China, cuya historia no ha sido lineal sino zigzagueante.
"Por debajo de esa historia de siete décadas está la demostración de que la dirección de un partido comunista puede encabezar el desarrollo nacional", subrayó el investigador cubano.