California, 16/01/2020 (El Pueblo en Línea) - Lo dicen los libros de Medicina y todo el mundo lo sabe: la temperatura media del cuerpo humano es de 37 grados. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, en California, acaba de demostrar que eso no es cierto. Y que de hecho, por lo menos en Estados Unidos, la temperatura media corporal es casi medio grado más fría de lo que era hace 150 años, según ABC.
Para averiguar la verdad sobre la cuestión Parsonnet y su equipo decidieron combinar tres conjuntos de datos. El primero abarca a 23.710 veteranos del Ejército de la Unión de la Guerra Civil estadounidense, cuyas temperaturas se midieron primero en 1860 y después en 1940. Los otros dos sets de datos abarcan de 1971 a 1975 y de 2007 a 2017. En total, los investigadores analizaron 677.423 mediciones de temperaturas diferentes.
El resultado fue que la temperatura corporal de los norteamericanos ha ido descendiendo lenta pero constantemente, a un ritmo de 0,03 grados por década. En su estudio, Parsonnet aporta dos pruebas de que el descenso es real y no simplemente el resultado de que los termómetros antiguos no eran fiables. En primer lugar, la tendencia al enfriamiento se hace evidente en los conjuntos de datos más modernos, en los que los termómetros eran, presumiblemente, más fiables. En segundo lugar, los investigadores hallaron que las personas mayores tenían temperaturas corporales más altas que las personas más jóvenes medidas en el mismo año.
Una vez descartado que el "enfriamiento" del cuerpo humano en los últimos 150 años sea una simple ilusión achacable a sesgos en las mediciones, los investigadores trataron de averiguar por qué nuestros cuerpos están cada vez más fríos. De hecho, las personas de la actualidad padecen menos infecciones gracias a las vacunas y los antibióticos, por lo que nuestro sistema inmunológico está menos activo.
Lo cierto es que, con los datos disponibles, no podemos estar seguros. El siguiente paso será comprobar si la temperatura corporal también ha disminuido en otros países en los que, como en EE.UU., la salud de las personas ha mejorado en el último siglo.