RIO DE JANEIRO, 5 ago (Xinhua) -- Al elegirse el legendario estadio Mário Filho, conocido mundialmente como "Maracaná", como escenario de las ceremonias de apertura y cierre de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, se terminó con un tabú, según el cual esos eventos se realizan desde siempre en estadios olímpicos.
La elección no pudo haber sido otra para albergar los dos grandes momentos de los primeros Juegos Olímpicos que se realizan en Sudamérica.
Maracaná es un espacio icónico, con una larga historia de eventos deportivos de impacto y de espectáculos inolvidables, mientras que el estadio olímpico conocido como "Engenhao" apenas tiene 10 años de fundado y jamás ha recibido eventos multitudinarios.
Construido para la Copa Mundial de 1950 de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), el estadio de Maracaná nació gigante, ya que durante muchos años fue considerado el más grande del planeta.
El recinto tuvo capacidad para recibir hasta 200.000 personas, número alcanzado en la final de la Copa Mundial Brasil 1950, en la que la selección anfitriona cayó 2-1 ante Uruguay, episodio que pasó a la historia como "maracanazo".
El césped de esta catedral deportiva ha protagonizado grandes momentos del fútbol brasileño y mundial.
Entre ellos se cuentan las múltiples ediciones del superclásico "carioca" entre los clubes Flamengo y Fluminense, ambos de Río de Janeiro, conocido como el "Fla-Flu".
El estadio Maracaná también fue testigo en 1969 del gol número 1.000 en la carrera del entonces jugador brasileño de fútbol, Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como "Pelé".
Otros de sus momentos gloriosos los constituyen, por supuesto, las Copas Mundiales de 1950 y 2014, esta última ganada por Alemania tras imponerse 1-0 ante Argentina.
El Maracaná fue también escenario en 1983 de un partido histórico de voleibol entre las selecciones de Brasil y Rusia.
El encuentro, ganado entonces por los anfitriones, ostenta hasta hoy en día el récord de mayor asistencia a un partido de voleibol en ambiente abierto con 95.887 personas.
Esta magna construcción deportiva ha sido también escenario de inolvidables espectáculos artísticos de calidad, como la presentación del cantante estadounidense, Frank Sinatra; la estrella pop, Tina Turner; y el ex Beatle, Paul McCartney, entre muchos otros.
Pero el gran estadio Maracaná tuvo también que adaptarse a los nuevos tiempos, para lo cual fue motivo de dos grandes remodelaciones.
La primera de ellas se llevó a cabo en 2007, para ser escenario de las ceremonias de apertura y cierre de los Juegos Panamericanos de Río.
Como resultado, se instalaron asientos en todo el recinto y se acabó con la entrada general, en que unas 30.000 personas seguían los partidos de pie cerca del campo.
La segunda remodelación se llevó a cabo para la Copa Mundial de Brasil 2014, por lo cual el estadio fue reconstruido desde sus cimientos y tan sólo se respetó la fachada original, que está protegida como patrimonio nacional.
Este recinto se ha convertido ahora en uno de los más modernos del mundo, con capacidad para 78.838 espectadores que pueden disfrutar de todas las comodidades.
Entre las innovaciones tecnológicas del Marcaná está un sistema hidráulico para aprovechar el agua de lluvia, así como paneles solares para generar parte de la energía que consume.
Hay quien dice que el Maracaná ya "perdió su alma" con la remodelación, sin embargo, fue imprescindible para agregar a su gloriosa historia la apertura y cierre del mayor evento deportivo del planeta: Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.