LHASA, 4 ene (Xinhua) -- Un equipo de inspección nacional ha concluido que el trabajo de protección ambiental en la región autónoma del Tíbet, en el suroccidente de China, no cumplió los requisitos del gobierno central y de los ciudadanos.
El Tíbet se encuentra entre las ocho regiones de nivel provincial en las que se ha realizado una revisión de un mes de duración por parte de grupos enviados por las autoridades centrales en agosto.
El equipo indicó ayer miércoles que, hasta el 31 de octubre, la región había resuelto 1.020 casos destacados por el grupo; que un total de 882 empresas y departamentos recibieron órdenes de hacer mejoras; y que 784 casos llevaron a multas por valor de 27,9 millones de yuanes (4,3 millones de dólares).
La región detuvo a dos personas en relación con problemas ambientales y exigió responsabilidades a 148.
El gobierno del Tíbet no siguió estrictamente las normas de protección ambiental regionales y dio su visto bueno a siete distritos que no cumplieron los requisitos en 2016.
La construcción de 242 proyectos de carreteras rurales se inició sin que se hubiese obtenido la aprobación de protección ambiental y la mayoría de los lugares de interés turístico no contaba con instalaciones de tratamiento de aguas residuales.
Además, la construcción de instalaciones de tratamiento de aguas residuales urbanas y redes de tuberías sufrió retrasos, lo que afectó a la eficiencia del tratamiento de las aguas en muchas ciudades. La gestión de los desechos sólidos peligrosos ha sido también problemática.
Las inspecciones hechas de agosto a septiembre se saldaron con 6.471 funcionarios considerados responsables de daños ambientales, según informó en diciembre el Ministerio de Protección Ambiental.
Las inspecciones forman parte de la campaña del país de lucha contra la contaminación y los daños ambientales, ya que décadas de desarrollo han generado problemas como el esmog (neblina con contaminación) y polución en aguas y suelos.