Serbia celebró este jueves un acto para conmemorar el vigésimo primer aniversario de la expulsión de los serbios del territorio croata en una operación militar lanzada por Croacia durante la guerra ocurrida en la década 90 del siglo pasado.
En la ceremonia, que tuvo lugar a las afueras de Belgrado, participaron funcionarios y representantes de alto nivel procedentes de Serbia y de la República Srpska, una de las dos entidades políticas que forman Bosnia-Herzegovina.
Durante su discurso, el primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, enfatizó que Serbia no va a permanecer en silencio frente al sufrimiento de los civiles serbios en la operación y remarcó que no se permitirá que una tragedia así ocurra otra vez.
Al mismo tiempo, se comprometió a mantener las mejores relaciones posibles con Croacia.
La Operación Tormenta, lanzada por Croacia en 1995 en las zonas controladas por los serbios dentro de su territorio, todavía ensombrece las relaciones entre los dos vecinos balcánicos.
Mientras que Serbia ve la referida operación como un gran sufrimiento de su pueblo, Croacia la considera como una victoria para restablecer el control de una gran extensión de su propio territorio.
Según Serbia, unos 250.000 serbios tuvieron que huir en la citada operación, que dejó cientos de civiles muertos.